
Autor de romance entrelaza la historia de Job en su nuevo libro, ‘Counting Miracles’
Colaborador de Movieguide®
El autor de renombre mundial Nicholas Sparks pasó por pérdidas severas muchas veces, pero al igual que Job, no se rindió con Dios.
Después de la escuela secundaria, Sparks pensó que su carrera despegaría con su beca de atletismo en Notre Dame.
“Durante mi primer año, me lesioné. Entre mi primer y segundo año, volví a casa para recuperarme. Y el médico dijo que para mejorar, no podía entrenar ese verano”, recordó Sparks en el podcast “Jesus Calling”.
Sparks rompió récords en su universidad y aún mantiene un récord allí hasta el día de hoy. Quería ser olímpico y continuar haciendo lo que amaba: correr. La noticia de que no podía competir lo destrozó.
“No creo que mental o emocionalmente estuviera en un buen estado de ánimo en absoluto, deprimido por la casa. Y mi madre se cansó de eso y dijo: ‘Mira, no te quedes ahí quejándote. Haz algo'”, recordó. “Soy un chico de diecinueve años y digo: ‘¿Qué?’ Ella dice: ‘No sé, ve a escribir un libro’. Y dije: ‘Sí, creo que haré eso'”.
“Y durante las siguientes seis semanas, procedí a escribir mi primera novela. Nunca se publicó, y sin embargo aprendí un par de cosas sobre mí mismo. Número uno, que tenía en mí la capacidad de terminar una historia una vez que la empezaba, y número dos, que había partes de contar una historia que realmente disfrutaba”, dijo.
Cuando Sparks tenía 23 años, comenzó a experimentar una avalancha de dolor. Su madre murió en un accidente de equitación. Luego, cuatro años después, su padre murió en un accidente automovilístico. Solo tres años después, su hermana murió de un tumor cerebral, y luego se enteró de que su hijo tenía autismo severo.
“Se nos sugirió que podría terminar institucionalizado por el resto de su vida. Creo que fueron ocho o nueve años, ya sabes, esas son cosas grandes, prácticamente toda mi familia fue aniquilada”, recordó. “Fue un período muy desafiante”.
“Y admito que no rezaba mucho en ese momento de mi vida. Ciertamente me sentía un poco como Job en eso de ‘¿Por qué le pasan cosas malas a las personas buenas?’ No hay una gran respuesta a eso en la Biblia”, dijo.
LEE MÁS: LA ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA FAVOR