Los astronautas compartieron este mensaje lleno de fe desde el espacio exterior en Nochebuena
Por Colaborador de Movieguide®
Para los astronautas del Apollo 8, ningún mensaje era más apropiado para leer a los estimados mil millones de personas que escuchaban que el relato de la creación del Génesis mientras el comandante de la misión Frank Borman miraba hacia “la buena Tierra” desde la órbita de la luna.
Un oficial de la NASA le dijo a Borman antes de la misión “más personas estarán escuchando tu voz que la de cualquier hombre en la historia”.
Sin estar seguro de qué podrían decir él y sus compañeros astronautas James Lovell y William Anders durante el histórico viaje como las primeras personas en orbitar la luna, el episcopaliano de toda la vida tomó el consejo de Christine Laitin, esposa de un amigo de un amigo, de “volver al principio” y leer del Génesis.
Luego, en la transmisión de Nochebuena de 1968, cada uno leyó del Génesis, comenzando Anders:
Ahora nos estamos acercando a un amanecer lunar. Y para todas las personas en la Tierra, la tripulación del Apollo 8 tiene un mensaje que nos gustaría enviarles.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo. Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
James Lovell, que es presbiteriano, siguió a Anders, diciendo:
Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. … Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
Borman, quien falleció a los 95 años en 2023, concluyó el mensaje desde el módulo de comando Saturn V:
Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
Y de parte de la tripulación del Apollo 8, nos despedimos con buenas noches, buena suerte, una Feliz Navidad y que Dios los bendiga a todos, a todos ustedes en la buena tierra.
Borman se conmovió más al ver la Tierra elevándose desde el horizonte lunar que la luna misma, a la que llamó “una vasta y solitaria existencia prohibida,
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